lunes, 28 de noviembre de 2016

Cine Van en Las Malvinas - Un mensaje para Maribel


Luego de un día de más 12 de horas de lluvia hubiese sido fácil en una ciudad como ésta cancelar el viaje de la Cinevan a las Malvinas. Sin embargo del barrio confirmaron que estaban listos con sombrillas y de todas maneras lo peor de la lluvia ya había pasado. No sabíamos por qué pero era importante ir allí esa noche.

Llegamos al barrio y la escena era no menos que romántica, una cuadra ancha y la pantalla bien instalada y a lado y lada casas de colores;  en cada casa sus habitantes en la puerta, con sillas y sombrillas o bajo techo o bajo un árbol, pero en todo caso dispuestos a ver la película.


Muchos niños y mujeres viendo la película Refugiados*, bajo una suave lluvia, sin calor ni mosquitos; sin estrellas pero con la tranquilidad de estar en la puerta de la casa.

Como ya conozco la película tengo oportunidad de observar un poco a la gente y sus reacciones al tener un cine en su puerta. No falta el vecino que se asoma y dice que esto no es más que otra forma de tirar la plata, sin embargo más de 30 vecinos parecen no pensar lo mismo y aprovechan de esta experiencia.

Los niños juegan sin importarles la lluvia, cuando deja de llover se reubican frente a la pantalla. Uno en particular me llama la atención pues no puede contener su cara de gran curiosidad frente a la proyección; observa la pantalla, vuelve los ojos al videobeam, mira el espacio entre las dos cosas y casi puedo ver sus pensamientos de asombro y buscando explicaciones sobre cómo es que esto funciona. Los demás concentrados en la peli o en ocasiones defendiéndose de los golpes o travesuras del uno y del otro.

Al final los llamamos un rato a conversar; reconstruimos entre todos la película y de nuevo notamos que aunque no parecían tan concentrados a primera vista, los niños no han perdido ninguna parte de la historia y saben bien de qué se trataba y que pone el tema del maltrato en el hogar sobre la mesa.  



Empiezan a comentar una y otra cosa, a veces riendo sobre lo que vieron, pero también entendiendo los sentimientos del niño y los sentimientos de la madre. Luego con total naturalidad mencionan que en el barrio hay una mujer que conocen a la que su esposo le pega y dicen al micrófono su nombre. La agresión está siendo reconocida por todos, pero parece nadie hacer nada. Las mujeres explican que tanto en la película como en la vida real, denunciar también da miedo. A veces el miedo se lo ha tomado todo, ha paralizado a todos a la acción. El miedo por un lado, la naturalización de los hechos o simplemente no saber qué hacer ni a donde ir.

Todos desde el micrófono mandaron sus mensajes, contundentes las mujeres con dos frases “no hay ninguna razón por la que un hombre pueda pegarle a una mujer” – “Denunciar amiga, no estamos solas”.

Esperé de todo corazón que a Maribel le llegaran estos mensajes; que escuchara que sus vecinos saben y sienten que esto no está bien; que sus vecinos creen saber como se siente y que sus vecinas estarían dispuestas a escucharla y a ayudarla, que no está tan sola como cree, que todos hablaremos de esto si es necesario, y que lo seguiremos hablando en vez de ignorarlo, a ver si hablándolo nos acercamos más a que pare, porque ignorándolo no ha parado.

Por Adriana Davila


*Argentina, 2015 -  Director . Diego Lerman

lunes, 7 de noviembre de 2016

Muere el arquitecto y cineasta barranquillero Luis Ernesto Arocha


Algunos de sus trabajos destacados son ‘La Ópera del Mondongo’, ‘La Subienda’ y ‘El extraño caso del vampiro vegetariano’.
En la madrugada de este lunes, Luis Ernesto Arocha, cineasta y arquitecto falleció luego de sufrir una caída en su casa en Barranquilla. La noticia fue confirmada a EL HERALDO por familiares y amigos.
Luego de graduarse de Arquitectura en la Tulane University de Nueva Orleans (en 1953), Arocha se dejó encantar por el cine experimental del genio del Pop Art, Andy Warhol, y del cineasta Stan Brakhage; cuyo arte conoció durante el verano de 1964, en Nueva York, gracias a la invitación de su gran amigo el pintor Enrique Grau.
Fue así como Arocha se convirtió en uno de los pioneros del cine experimental colombiano de los años 60’s. Asimismo, creó dos joyas de esta corriente: ‘Las ventanas de Salcedo’ (1966), inspirada en la obra del artista conceptual Bernardo Salcedo, y ‘Azilef’ (1971), un filme de ocho minutos inspirado en la escultora Feliza Bursztyn.
No obstante, su fama llegó con el documental ‘La ópera del mondongo’ (1973), producido por Bolivariana Films. La película hace una crítica social a la situación de entonces en su tierra natal, Barranquilla. Con este trabajo se hizo merecedor de un premio India Catalina.
Entre su filmografía también se destaca ‘La subienda’ (1972) que codirigió con el escritor Álvaro Cepeda Samudio, compañero, además, del Grupo Barranquilla, al que perteneció aunque muchos desconozcan ese paso de su vida artística.
Su última película, ‘El extraño caso del vampiro vegetariano’, la codirigió el año pasado junto a David Covo. Durante 30 minutos, los cineastas cuentan la historia de un Drácula que solo se alimenta de las flores de los cementerios, y su encuentro con Van Helsing, a quien conoce en un Carnaval de Barranquilla. Los dos personajes de Bram Stoker se hacen amigos y se encierran en un baño a fumar marihuana y oler cocaína. La cinta es protagonizada por Carlos Serrato y Germán Quintero.
Reacciones
Roberto Flores, cineasta barranquillero, sostuvo en diálogo con EL HERALDO que “el legado que deja Luis Ernesto Arocha es muy grande. Al parecer la mayoría de cineastas jóvenes lo desconocen, ya que él fue un gran expositor de cine vanguardista en el país, sin duda alguna él era, es y será un eslabón que une a los realizadores audiovisuales en general”.
Agregó que “todos los realizadores en algún momento han tenido que ver con él, por su destacado paso en el medio. Su integridad era uno de sus fuertes, pero la pasión con la que ponía la cámara y contaba historias, son lo que más se recordará de él. Simplemente su legado en el mundo del cine, debe preservarse”.
Por su parte, Eduardo Márceles, crítico de are y escrito, manifestó que “Luis Ernesto Arocha es un pionero de la cinematografía en Barranquilla y del Caribe. Para mí es una gran pérdida realmente, una pérdida dolorosa. Siempre prefirió vivir en Puerto Colombia, vivió muchos años en Alto de Prado Mar, vivió en Sabanilla. Era una persona a quien a uno le daba mucho gusto encontrarse”.
“Era muy callado, él no era muy expresivo a nivel verbal, más introspectivo que otra cosa, muy solitario. Pero, indudablemente que dejó su marca en Barranquilla. Él fue uno de los pioneros en esta búsqueda de identidad”, concluyó.
Entre tanto, David Covo, cineasta y quien codirigió con Arocha su última película, ‘El extraño caso del vampiro vegetariano’, expresó que “era una personas muy buena, era un ser singular y lleno de magia. Era un pionero del cine del caribe, también fue un importante realizador del cine colombiano, manejó los temas del cine experimental y el cine de animación”.
Covo aseguró que Arocha “empezó su carrera en los Estados Unidos y cuando llegó acá sacó todos sus conocimientos y creó un impacto en el cine colombiano. Trabajar con él era fácil, porque éramos muy buenos amigos. Fue una experiencia muy enriquecedora para mí como cineasta”.

sábado, 5 de noviembre de 2016

La Gira de CineVan de la Mujer, llega a Barlovento

Noviembre 5 de 2016 Proyección Refugiados en Barlovento

por Adriana Davila

Estuvimos de visita en Barlovento, con la excusa de compartir la experiencia de la CineVan con la película “Refugiados” ( Diego Lerman - Argentina 2015).

La pantalla quedó increíblemente ubicada en un buen espacio entre dos almendros y una noche clara de luna creciente. Poco a poco, pocos vecinos empezaron a llegar motivados por el perifoneo y la alianza con uno de los poderosos “picós” del barrio.

Llegaron alrededor de 40 vecinos; llegaron por la promesa de crispetas y cine bajo las estrellas, aún con el cielo nublado. Poco a poco el grupo disminuía; algunos iban y venía; otros habían venido incluso con su silla, de barrios un poco más lejos así que volvían antes de que se hiciera más tarde.  Más o menos 20 personas del barrio entre niños y adultos se quedaron viendo la película de principio a fin!

Los niños se sentían cómodos, jugaban, se reían entre ellos, iban, venían, veían un poco, sobre todo en las partes más impactantes o por el sonido o por un momento en que la situación se apresuraba y aunque al ojo adulto parecieran no estar viendo la película iban recogiendo de aquí y allá pedazos de la historia.

Dos hermanos más pequeñitos que las sillas que habían traído peleaban, se golpeaban entre ellos y se reían, en un juego entre hermanos, fuerte pero inocente a la vez golpeaban a otros, a casi todos a su alrededor. Motivados por este par pero en participación de todos armaban en un segundo un caos de golpes y haladas de camiseta. Hasta con el perrito tuvieron que ver recibiendo pequeños mordiscos lo que hacía parecer que este, entendía el código del juego. Un poco fuerte pero sin hacer real daño, sin embargo perturbador para ellos mismos.

Poco a poco con el equipo de la Cinevan nos fuimos acercando para acompañarles a tranquilizarse, escucharlos y observar más íntimamente sus dinámicas.  Tanta proximidad, fue una oportunidad para hacer preguntas y conversar muy de cerca con ellos mientras los reenganchábamos con la imagen, ya faltando no más de 20 minutos de película…

¿Quién va bajando? ¿Qué están haciendo? ¿Por qué se esconden? ¿De que creen que tienen miedo? ¿Y por qué? Que creen que siente ahí en ese momento Matías?

En ese momento reunieron como un rompecabezas en su mente todo lo que habían ido viendo y respondían y se interesaban también en ver que más información podían recoger para responder esas preguntas. Inquietos por las respuestas terminaron la película y compartieron con nosotros ya con el micrófono, sus opiniones y gusto no solo por la película, sino por la iniciativa de la CineVan.


Y así se despidieron de la experiencia, diciendo “Vuelvan, traigan más películas así de bacanas!”

jueves, 3 de noviembre de 2016

El Estímulo Gabriel García Márquez en busca de proyectos documentales de México y Centroamérica

La W.K. Kellogg Foundation y el Instituto Mexicano de Cinematografía convocan a cineastas de origen indígena y/o afrodescendiente, mexicanos y centroamericanos, a participar en el Estímulo Gabriel García Márquez para la Creación Cinematográfica en México y Centroamérica 2016-2017, iniciativa que tiene como objetivo principal fomentar la producción de cine documental y fortalecer la construcción de relatos cinematográficos que retraten la diversidad cultural propia de los países centroamericanos.
La convocatoria busca seleccionar proyectos que “propicien no sólo el interés y la reflexión sobre el derecho a la igualdad y la no discriminación, sino también que permitan visibilizar tanto los obstáculos sociales que estos presuponen como los casos de participación ciudadana generados al interior de las comunidades que buscan superar dichos obstáculos; además de proyectos que recuperen contenidos dirigidos al público infantil”, según explican sus organizadores en las bases.
Al llamado se podrán presentar proyectos de largometraje o series documentales en cualquier etapa de producción y cuyos contenidos aborden cualquiera de las siguientes temáticas: Contenidos dirigidos al público infantil y/o con temática infantil; Equidad racial en México y Centroamérica, y Comunidad y participación ciudadana.
Un jurado conformado tanto por especialistas del campo académico de las ciencias sociales como por profesionales de la industria cinematográfica será el responsable de seleccionar hasta 24 proyectos que recibirán cada uno un apoyo financiero de unos 250.000 pesos mexicanos (unos 13.000 dólares) así como de orientación profesional para el desarrollo y culminación de los proyectos a través de asesorías personalizadas con destacados profesionales de la industria cinematográfica de México y Centroamérica.
La convocatoria finaliza el 27 de noviembre y la información para participar está disponible en la página web del IMCINE.

¿VALE LA PENA HACER CINE EN COLOMBIA?

¿Los colombianos ven cine colombiano?
Más allá de que nos despeluquemos diciendo que el público no valora las cintas nacionales, hay que distinguir dos puntos: una cosa es ver cine colombiano porque compró la película pirata o lo vio en festivales o en cineclubes y otra muy distinta es pagar la boleta para una sala comercial.
Por un lado, no existe un registro riguroso de la cantidad de proyecciones en escenarios distintos a los de estas salas, así que argumentar que no se ve cine nacional es una exageración. “Nosotros hemos llevado nuestras películas a las regiones; por ejemplo, en Cartagena hay barrios en los que la gente no tiene cómo pagar una boleta y hemos tenido proyecciones de más de dos mil personas, entonces diría que la gente sí ve cine colombiano, pero no creo que pague por ver una obra de acá”, afirma Jhonny Hendrix Hinestroza, guionista, director y productor colombiano.
Según cifras de Proimágenes –entidad que fomenta el desarrollo de las políticas públicas de la industria cinematográfica de Colombia–
Gilberto Gallego, vicepresidente comercial de Cine Colombia –la empresa con el mayor número de salas comerciales en el país–, piensa que hay que leer el comportamiento del público desde una perspectiva distinta: la del cine como industria cultural. “Hay películas que son supremamente taquilleras, hay otras que están en una línea media y otras que tienen otro comportamiento en términos de taquilla, que no son tan explosivas ni expresivas en ventas pero lo son en festivales. Este es un comportamiento que sucede en todo el mundo; en general, las producciones en América Latina están entre el cinco y el diez por ciento del promedio de asistencia anual”, afirma Gallego.
Cabe aclarar que una de las películas más taquilleras de 2015 fue Colombia, magia salvaje con 2.371.112 de entradas vendidas, pero al no tener colombianos en su producción y realización –contó con un equipo estadounidense– no entró en el listado de cine nacional.
Según un informe de Proimágenes, en el primer semestre de 2016, 1.053.010 de personas han pagado una entrada para ver cine colombiano, cayendo frente al año anterior. En primer el lugar de la taquilla se encuentra Usted no sabe quién soy yo con 637.000 asistentes, luego Malcriados con 138.000, Polvo carnavalero con 109.000, El soborno del cielo con 44.400 y La semilla del silencio con 39.100.
¿Necesitamos ganar premios para que vayamos a cine a ver películas colombianas?
Por el contrario, en primera posición de 2015 se encuentra Uno al año no hace daño 2 con 1.132.960 espectadores, le sigue Se nos armó la gorda con 452.519, Güelcom tu Colombia con 301.990, Se nos armó la gorda al doble con 177.150 y El abrazo de la serpiente con 111.481. La mayoría de las películas son de humor –aunque parezcan un largometraje de Sábados felices–, entonces hay que preguntarse ¿al colombiano solo le gusta reírse?
Para Johnny Hendrix, hay cintas que hablan de nuestra idiosincrasia y nuestra cultura y no nos interesa pagar una boleta por ellas, pero hay poblaciones en las que se sienten agradecidos porque se habla de ellos y de sus dolores. “Por ejemplo, El abrazo de la serpiente no es una película que hable de la violencia en nuestro país pero no la vemos.
El vicepresidente comercial de Cine Colombia cree que el cine es como la comida: “si te gusta la pizza no quiere decir que no te gusten los fríjoles. En Colombia se estrenan cerca de 350 títulos al año y de estos que no pasaron el millón de espectadores hay títulos americanos, japoneses, franceses… de todo, las películas tienen unos comportamientos según unos nichos de consumo”. 
“Eso pasa en cualquier país del mundo, las comedias tienen mucho público y se conectan con él. Hay películas que son más difíciles, como los perfumes finos que vienen en empaque pequeño y tienen menos público, un público más culto. Pero eso no deja de ser importante”, afirma Camila Loboguerrero, directora, guionista y montajista.
Para Gallego, “el cine colombiano no solo puede medirse en términos de taquilla. Hay unos contenidos que tienen más expresiones culturales que otros. Hay títulos de esta nueva generación que llevan a sus espaldas todos los reconocimientos de festivales y de muestras y eso enriquece nuestra cultura cinematográfica”.
¿Es costoso hacer cine en Colombia?
Para Correa, hacer una película ya no es tan difícil como antes gracias al abaratamiento de las nuevas tecnologías y a la Ley de Cine existen recursos destinados al desarrollo, difusión y promoción del cine colombiano. A nivel global, los presupuestos crecen por factores como el pago a ejecutivos y actores –en Hollywood los salarios son altísimos– y los costos asociados con mercadeo. Se necesita invertir mucho dinero en publicidad, relaciones públicas y cosas como reportajes sobre chismes; además del lanzamiento, hay que tener en cuenta todo el circuito de festivales y premios.
En el caso de El abrazo de la serpiente, se calcula que en total la película costó cerca de 1,4 millones de dólares gracias al apoyo de productores como Dago García, estímulos tributarios, dineros del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FDC) y el programa Ibermedia.
La tierra y la sombra se financió gracias a recursos del FDC, el Festival Internacional de Cine de Cartagena y el Hubert Bals Fund de Róterdam (Holanda). En total, la película tuvo un costo de 1.100 millones de pesos, unos 400.000 dólares. En comparación, cintas supertaquilleras como Escuadrón Suicida costaron más de 175 millones de dólares mientras que la galardonada Spotlight tuvo un presupuesto de 20 millones.
¿El éxito de una película depende de la promoción?
Para Camila Loboguerrero, uno de los más grandes problemas de nuestro cine es la incomprensión de la prensa. “Evidentemente el cine nacional no tiene presupuestos financieros para publicidad, dependemos mucho de la prensa y la crítica. Los colombianos matamos mucho al cine colombiano, le damos muy duro. La competencia con el cine norteamericano es muy grande, toda la publicidad que tiene una película de estas, el cine colombiano no cuenta ni con la centésima parte y así es como el público se acostumbra a ver títulos nacionales, es algo que sí han logrado países como Argentina o Brasil”.
Tanto las obras colombianas como las extranjeras están sujetas a la cifra que logren en taquilla en su primera semana: si no es buena la asistencia, es probable que salgan de salas sin pena ni gloria. En el caso colombiano, las nueve películas del género cómico que se estrenaron en 2015 convocaron a casi tres millones de espectadores, las 28 restantes tuvieron cifras por debajo de las cien mil personas y dieciocho de ellas no lograron reunir sino 58.466 espectadores entre todas.
El presupuesto de promoción destinado a 35 películas colombianas para 2015 fue de 9.817 millones de pesos, de los cuales 22% –$2.139 millones– se utilizó para el VPF (Virtual Print Fee) –impuesto sobre la copia digital que deben pagar los productores a los exhibidores–. 46% del total del presupuesto se gastó en pauta: $4.475 millones de pesos.
“El VPF es como un pago por exhibir en estas pantallas, cosa que literalmente vuelve la película más costosa sin querer porque es casi un impuesto que te pone el exhibidor para proyectarla. No solo tienes que hacer la cinta y la promoción que podás sino que adicional te cobran un dinero solamente por poner tu trabajo en salas. Eso ya lastima a cualquier producción local y, desde esa perspectiva, muchas obras colombianas no han logrado exhibirse porque estrenar significa endeudarnos. Una cosa es que los distribuidores aguanten una película colombiana diez semanas, doce, quince, y sea patrocinada por un gran emporio; otra cosa es una cinta que no es patrocinada por ningún distribuidor y logre 500.000 asistencias; las dos cosas son muy distintas porque es un productor solo tratando de posicionar una película”, remata Hendrix.
Para Julián David Correa, en Colombia sí hay apoyo del Estado y este incluye las convocatorias y los estímulos automáticos a los filmes, junto con la labor de tener stands en grandes festivales internacionales y el ejercicio de traer constantemente a periodistas, distribuidores y curadores del mundo; sin embargo, ese escenario es otro si además se trabajara con el apoyo de un gran medio masivo: en ese caso, habría muchos más recursos.
Justamente, quienes logran aliarse con medios como Caracol o RCN obtienen beneficios como conseguir espacios publicitarios, entrevistas en sus programas, ayuda en la realización del tráiler, producción y posproducción e incluso dinero y pauta internacional.
¿Entonces qué hacemos?
Aunque las cifras no son del todo negativas –sobre todo si se miran en comparación–, preocupa que el índice de compra de taquilla no tenga un crecimiento más progresivo, aun con los galardones que han recibido las cintas nacionales en el último año.
Para Correa, en términos de consumo cultural es muy contradictorio: somos grandes productores pero el acceso se restringe. Eso solo puede cambiar con una reestructuración del sistema educativo y, en general, de las prácticas culturales: educación más crítica que incentive la creatividad, que se enriquezcan las bibliotecas escolares, que los colegios vean más cine colombiano y que tengan un buen televisor y un equipo para ver las películas y que, además, conversen en el salón sobre esto.
“No tenemos una cuota de pantalla [obligar a tener un porcentaje de cintas colombianas en cartelera]; es decir, que el mismo Gobierno cuide a las obras nacionales desde una ley. Como no hay unos buenos acuerdos con los distribuidores, obviamente el cine colombiano es el que se ve más afectado directamente”, afirma Hendrix. “Una perspectiva chiquita te haría pensar que deberíamos tener cuota de pantallas en salas comerciales o tener mucha plata para el lanzamiento de una película y eso no soluciona nada, aunque es importante”, concluye el exdirector de la Cinemateca Distrital.
“¿Que si vale la pena hacer cine colombiano? Esa pregunta no se hace, es como si me preguntaras si vale la pena hacer literatura o música. ¿Anulamos nuestra identidad y nos volvemos un departamento de los Estados Unidos? Yo he dedicado mi vida al cine y claro que vale la pena”, afirma Camila Loboguerrero.
Fuente: Bacanika


miércoles, 2 de noviembre de 2016

Proyectos premiados en BrLab 2016

Proyectos de Brasil, México y Portugal premiados en BrLab 2016

DESARROLLO - BRASIL

Con una ceremonia celebrada el pasado 28 de octubre en el Instituto Cervantes de São Paulo concluyó la sexta edición de BrLab, único laboratorio de desarrollo de proyectos organizado en Brasil abierto al resto de países iberoamericanos. En esta nueva edición, 14 duplas de directores y realizadores –la mitad de las cuales provenían de Brasil- tuvieron oportunidad de analizar sus proyectos en aspectos claves como el guion, dirección, la producción y la distribución con tutores internacionales.
Como parte de los incentivos, la plataforma entregó una serie de premios que recayeron en el brasileño “Vento seco” de Daniel Nolasco (Premio adquisición de la agencia de ventas internacionales FiGa/Br); el portugués “Teia” de Leonor Noivo (Premio adquisición de la distribuidora Vitrine Filmes a un proyecto extranjero); y el pernambucano “Sábado morto” de Leonardo Lacca (Premio Cinéma en Développment Toulouse).
Además, el Miami Film Festival seleccionó al proyecto paulista “Adeus, alma selvagem” de Nathália Tereza para participar en la 34 edición del certamen con el objetivo de fortalecer sus lazos internacionales, mientras que el Tribeca Film Festival ofrecerá tres mentorías a los siguientes proyectos: “Ave y nada” de José Antonio Cordero (México); “Livramento” de Lillah Halla (Brasil) y “Susan Carne e Osso” de Lia Kulakauskas (Brasil).
Tras la celebración de las asesorías y talleres, las actividades del BrLab continúan abiertas al público paulista con la Mostra BrLab, que exhibirá del 2 a 14 de noviembre una serie de películas que han comenzado su recorrido internacional en la plataforma, y con tres conferencias dirigidas a profesionales del sector: “Presentación de los laboratorios internacionales AustraLab y Bolivia Lab: historia, metodologías y criterios de selección”, a cargo de Erick González y Viviana Savedra; “El papel de las plataformas de desarrollo de proyectos”, con la participación de Juliana Rojas y David Preto; y “Homenaje a los 20 años del Laboratorio Novas Histórias”, con Carla Esmeralda y Bráulio Mantovani.

AVANZAMOS ALIANDONOS...

Se pone en marcha la Red Suramericana de Formación Audiovisual

FORMACIÓNINSTITUCIONES - BOLIVIACHILECOLOMBIA
Durante la pasada edición del Mercado de Industrias Culturales del Sur-MICSUR, celebrada en Bogotá, representantes de organizaciones de fomento a la formación audiovisual de Colombia, Chile y Bolivia firmaron un convenio para la creación de la Red Suramericana de Formación Audiovisual.
Con una dotación económica inicial de 40 mil dólares, esta iniciativa apunta a fortalecer el trabajo de los programas de enseñanza y creación de cada una las instituciones firmantes, a través del intercambio académico y de conocimiento, así como de la generación de puentes institucionales, y circulación de docentes y estudiantes.
Impulsada por la Red Bolivia Lab (responsable del Bolivia Lab de La Paz y el Taller Internacional de Guion de Cochabamba), la chilena Residencia de Guiones en Desarrollo y LAVA – Laboratorio Audiovisual de Valdivia; y los colombianos Laboratorio de Desarrollo de Proyectos Cinematográficos, BAQLAB, de Barranquilla; y la Residencia Iberoamericana de Guion, Espacio en Común, esta alianza está abierta a la adhesión  de otras organizaciones de formación de la región, según informaron sus promotores en una nota de prensa.

martes, 1 de noviembre de 2016

CINEVAN: contra la violencia de género

#CINEVAN2017
#barranquillarespiracine

Desde este 01 de noviembre hasta el 06 de diciembre la CINEVAN recorrerá diferentes barrios de la ciudad de Barranquilla (Barlovento, Gardenias, El Bosque, las malvinas, 20 de julio, Los Angeles, Rebolo, La chinita, Simón Bolívar, Carrizal, Las américas, y San Luis) en el que se presentará una selección películas de violencia de género y feminicidio, con el fin de concientizar a los asistentes de las diferentes problemáticas que acarrean dentro de las condiciones de vida y la integridad física de sus protagonistas solo por el hecho de ser: Mujeres.


Estas proyecciones estarán acompañadas al final de un debate donde los asistentes, intervendrán con sus perspectivas del tema, generando herramientas de empoderamiento como alternativas de solución a violencia de género e intrafamiliar en sus barrios, enfatizando nos en crear conciencia y tolerancia a través de espacios audiovisuales y culturales.


Invitamos a todos a participar de esta actividad fructífera, que nos brinda un espacio de reflexión y transformación social.

El Festival Internacional de Cine de Barranquilla - FICBAQ - abre convocatoria para su quinta edición



14907004_1429249380433646_144854998417569563_n.png

A partir del 01 de noviembre, se lanza la convocatoria del FICBAQ 2017, motivo por el cual invitamos a todos los productores, directores y agentes de venta a enviar sus películas, para que participen en la selección oficial de la quinta edición del Festival Internacional de Cine de Barranquilla que se llevará a cabo del 09 al 19 de marzo de 2017.

Queremos reunir lo ultimo del cine mundial, de acuerdo a las diferentes secciones en competencia (Mejor Película Latinoamericana, Mejor Película del Caribe, Mejor Película de Animación y Mejor película de Medio ambiente y pueblos en lucha) y nuestras muestras especiales (cine y musica, cine y ciudad y cine de otros mundos)
Estaremos recibiendo las propuestas hasta el 15 de diciembre 2016 y pueden inscribirse llenando el formulario en el siguiente link http://ficbaq.com/ticket.html

Les invitamos a seguir nuestras redes sociales
Facebook:@FICBAQ Pagina Web: FICBAQ.COM
Instagram: FICBAQ Email: infor@ficbaq.com